Dermatitis Atópica

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria cutánea crónica, de mayor prevalencia en la infancia, aunque también puede darse en el adulto. Cursa en forma de brotes y sus principales síntomas son:

• Picor intenso.
• Sequedad cutánea.
• Enrojecimiento.
• Descamación.
• Escoriaciones por rascado.
• Sobreinfección de las lesiones.
• Exudado.
• En algunos casos aparece asociada a otros síntomas como rinitis alérgica, conjuntivitis o asma.

En el desarrollo de esta enfermedad intervienen factores genéticos, inmunológicos, alteraciones de la función barrera de la piel y vasculares .

En la piel del paciente atópico existe una disminución de ácidos grasos esenciales y de ceramidas (componentes fundamentales del cemento lipídico que mantiene unidas las células del extracto córneo); además de falta de ciertas proteínas estructurales como la Filagrina o la Involucrina.

Esto lleva a un aumento de la pérdida de agua a través de la epidermis, con la consiguiente sequedad, y a que sea más fácil la entrada de sustancias irritantes y agentes patógenos.

Tratamiento

En fase de brote los medicamentos usados son : corticoides, antibióticos (si existe sobreinfección de las lesiones por bacterias), antihistamínicos para evitar el rascado, principalmente el nocturno, y en ocasiones inmunosupresores.

El objetivo principal es prevenir los brotes, cuidando la piel de forma adecuada. Si sufres DA debes saber que hay ciertos hábitos que te benefician, entre ellos destacamos:

• Usar productos adecuados para el baño y la hidratación.

Es preferible hacer baños cortos de agua templada, con productos de higiene tipo syndet (sin jabón), no utilizar esponjas y secar la piel sin frotar en exceso.

Después del baño se aplicarán cremas emolientes, que forman una capa protectora sobre la superficie de la piel ayudando a retener el agua, además de aportar lípidos que restauran la función barrera, evitando así la penetración de irritantes y patógenos.

• Ropa: se deben evitar tejidos sintéticos y lanas, mejor usar prendas que faciliten la transpiración como el algodón o el lino.
• En fase de brote evitar baños en playas y piscinas, pues la sal y el cloro provocan una mayor irritación. Usar cremas de protección solar con filtros físicos.
• Mantener las uñas cortas para evitar las lesiones por rascado.

Cada vez existen más estudios que demuestran la relación beneficiosa entre el consumo de probióticos y la mejora del estado de la piel atópica. Incluso su administración durante el embarazo disminuye la incidencia de que el bebé desarrolle atopía.

También suplementos como el Comino Negro  funcionan bien en el control de la enfermedad por su efecto antiinflamatorio e inmunomodulador.

Desde nuestra farmacia recomendamos productos para la higiene como Atoderm aceite de Ducha, Lipikar aceite lavante , Atoderm Gel intensivo o el jabón líquido de ozono de Ozoaqua.

Para la hidratación optamos por cremas emolientes y reparadoras como Atoderm Intensive Baume, Lipikar Baume AP+, crema corporal Ozoaqua o crema Cerave.

Tratamos el picor intenso con Atoderm SOS Spray y para reforzar la acción de todo probióticos como los de Pensa, o cápsulas de Comino negro de Pranarom.