Dermatitis atópica en adultos: Causas y tratamientos

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y, en ocasiones, pasa desapercibida su importancia. La excepción, claro está, es el momento en que sufrimos alguna afección. La dermatitis atópica en adultos es una de las alteraciones de la piel más conocidas que existen, y en Farmacia Real Online vamos a hablarte de ella.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria cutánea crónica. La dermatitis atópica en adultos se considera crónica porque es una condición recurrente y duradera. Se caracteriza por brotes, enrojecimiento y picazón de la piel.

Lo más común es que se presente en niños pequeños, pero personas en edad adulta también pueden manifestarla. La dermatitis atópica de adultos se presenta debido a una disminución de los ácidos grasos esenciales y de las ceramidas en la piel. Asimismo, el tejido cutáneo carece de ciertas proteínas estructurales, como son la filagrina o la involucrina.

Todos estos factores conllevan a un aumento de la pérdida de agua, por medio de la epidermis. Esta deshidratación reseca la piel y la hace vulnerable a la entrada de sustancias irritantes y agentes patógenos.

Síntomas de la dermatitis atópica

Los signos que nos permiten identificar la dermatitis en cualquier edad son:

·         Picor intenso, el cual puede ser más fuerte durante la noche.

·         Sequedad cutánea.

·         Enrojecimiento de la piel, conocido como eritema.

·         Presencia de costras o descamaciones.

Ahora, cuando la condición se vuelve crónica, es decir, cuando hablamos de dermatitis atópica en adultos, los principales síntomas son:

·         Hiperqueratosis, que es un engrosamiento de la piel en sus capas externas.

·         Presencia de pápulas.

·         Lesiones con sangrado o con presencia de sangre.

·         Aumento de la sensibilidad a infecciones cutáneas, por ser las zonas afectadas buenas para el crecimiento de las bacterias.

·         Piel en carne viva. Aunque esto no es un síntoma en sí, es consecuencia del rascado, pero a veces es el punto gracias al cual  se puede identificar lo que sucede.

En algunos casos, la dermatitis atópica en adultos aparece asociada a otros síntomas como pueden ser la rinitis alérgica, la conjuntivitis o el asma, los cuales podrían ser factores de riesgo para la aparición de la enfermedad.

Causas de la dermatitis atópica

Parte de las funciones de la piel es conservar la humedad y proteger contra las bacterias, elementos alérgenos o irritantes externos al cuerpo. La variante genética asociada con el eccema interviene de manera negativa en estas funciones, permitiendo que estos agentes externos causen daño a la piel.

Como mencionamos, se consideran factores de riesgo para la dermatitis atópica la rinitis alérgica y el asma. Pero también, los antecedentes familiares y las alergias alimentarias o de otra índole.

Por ello, se clasifica la dermatitis atópica en adultos o niños como una enfermedad multifactorial. Es decir, no existe una determinada causa para su aparición. Algunos de los elementos asociados a este padecimiento incluyen una predisposición por genética, condiciones inmunológicas, alergias, estrés, sudoración y alteraciones de las enzimas que protegen la piel.

Prevención y cuidado de la dermatitis atópica

Los tratamientos de la dermatitis atópica en adultos están concentrados en la prevención de los brotes, siendo este el camino más fácil para lidiar con la enfermedad. Cuando se presenta, también existen medicamentos y acciones que se pueden realizar para disminuir los síntomas.

Sin embargo, no existe una forma conocida de acabar con la enfermedad. Por esta razón, es recomendable la atención y revisión constante a través de servicios de análisis dermatológico. Esta enfermedad crónica formará parte de la vida del paciente, por lo que es preciso mantenerla bajo control con la ayuda de un profesional de la salud. 

La prevención de los brotes es el objetivo principal que se debe buscar, como dijimos con anterioridad. Los hábitos que puedes poner en marcha para mejorar la dermatitis atópica de adultos, incluyen:

Mantenerse hidratado

Es decir, consumir una cantidad apropiada de agua al día. Se habla mucho de los famosos dos litros de agua, pero la verdad es que cada persona puede necesitar una cantidad diferente durante su día.

Usar productos adecuados para el baño

Elige jabones con tensioactivos suaves, los conocidos como Syndet. Evita aquellos que sean antibacterianos o desodorantes, puesto que podrían eliminar los aceites naturales de la piel, resecándola. También es importante evitar productos de la piel que contengan alcohol, otro compuesto que causa sequedad. Asimismo, los baños deben ser cortos, con una duración máxima de 15 minutos y deben realizarse con agua tibia.

Es fundamental mantener la piel hidratada

Para esto se deben emplear cremas, lociones o ungüentos adecuados para tu piel y sus necesidades especiales. Consulta a un especialista para que te recomiende un tratamiento para la hidratación de tu piel. Estas cremas forman una capa protectora sobre la superficie de la piel ayudando a retener el agua, además de aportar lípidos que restauran la función de barrera que cumple la piel, evitando así la penetración de irritantes y patógenos.

Evitar el uso de esponjas

Frotar la piel con esponjas al ducharte puede ser contraproducente ante la dermatitis atópica en adultos. Lo mismo ocurre en el momento de secarte, hazlo sin frotar la piel en exceso.

Evitar el agua salada

Aunque resulte beneficiosa por muchos motivos, el agua salada y los baños en el mar pueden causar una mayor irritación en la piel, sobre todo en la fase de brotes.

Proteger la piel del sol

Protege tu piel de la exposición al sol usando los filtros apropiados para tu tipo y condición de piel.

Utilizar cosméticos especiales

Elige productos de belleza, cosméticos o maquillaje que no tengan fragancias y que estén recomendados para pieles sensibles.

Identificar los posibles desencadenantes

Lleva un control sobre los factores asociados a la dermatitis atópica en adultos que preceden o causan los brotes, como pueden ser el sudor, el estrés o el sobrepeso, así como la reacción a productos que tengan contacto con la piel, ya sean detergentes, jabones o cremas. De igual manera, observa tu reacción a elementos externos como el polvo o el polen.

También la dermatitis atópica en adultos puede estar asociada a una alergia por comida, por lo que conviene prestar atención a posibles reacciones alimentarias. Una vez identificada y reducida la exposición a ellos, los brotes pueden ser prevenidos de manera más efectiva.

Elegir prendas de ropa con tejidos naturales

Estas pueden ser de algodón o lino, que facilitan la transpiración. La ropa elaborada con tejidos sintéticos o con lana puede aumentar la sudoración.

Lavar las sábanas y ropa de cama con agua caliente

Recuerda usar detergentes que sean apropiados para el contacto con pieles delicadas. En algunos casos, un detergente fuerte puede causar este tipo de eccemas.

Disminuir la presencia de ácaros del polvo y hongos en el ambiente

Para ello, se deben mantener las áreas limpias, usar deshumidificadores y reducir las superficies donde pueden prosperar este tipo de alérgenos. Algunos ejemplos son los peluches o alfombras.

Mantener las uñas cortas

Es preferible minimizar el rascado, en especial porque a veces sucede de forma involuntaria durante las horas de sueño. Si no mantenemos las uñas cortas, este rascado puede ser aún más dañino.

Algunos tratamientos y recomendaciones para la dermatitis atópica

Cada vez existen más estudios que demuestran la relación beneficiosa entre el consumo de probióticos y la mejora del estado de la piel atópica. Incluso su administración durante el embarazo puede disminuir la incidencia del desarrollo de la condición en el bebé.

Durante la fase de brote, se deben implementar los tratamientos para mejorar los síntomas y la condición general de la piel. Entre los medicamentos utilizados destacan los corticoides y los antihistamínicos, para evitar el rascado principalmente el nocturno. Un dermatólogo o un profesional de la salud, indicará si también es necesario el uso de antibióticos, en los casos que existan infecciones por bacterias en la piel o la administración de inmunosupresores.

Es posible que necesites, en casos de brotes intensos, un vendaje húmedo. Cuando las lesiones son graves y no responden a otros tratamientos se utiliza esta solución, la cual consiste en aplicar sobre la piel húmeda un corticosteroide tópico o un inmunomodulador, que se envuelven primero en una capa húmeda y luego en una capa seca.

Desde nuestra farmacia podemos recomendar algunos productos para la higiene, aunque destacamos la importancia de consultar primero con un dermatólogo. Los productos Atoderm Aceite de Ducha, Lipikar Aceite Lavante, Atoderm Gel Intensivo o el Jabón Líquido de Ozono de Ozoaqua, pueden ayudar con la sintomatología de adultos con dermatitis atópica.

El picor intenso puede ser aliviado con Atoderm SOS Spray, que otorga buenos resultados. Para la hidratación optamos por cremas emolientes y reparadoras como Atoderm Intensive Baume, Lipikar Baume AP+, crema corporal Ozoaqua o crema Cerave. También suplementos como el Comino Negro funcionan bien en el control de la enfermedad por tener un efecto antiinflamatorio e inmunomodulador.

Dentro de las afecciones de la piel, la dermatitis atópica en adultos puede ser una gran molestia en la calidad de vida de la persona. Esto es debido al cuidado constante que requiere para ser tratada, pero no curada. Sin embargo, tomando las medidas adecuadas y haciendo algunos cambios de hábitos, se puede llevar una vida tranquila con esta condición.